Durante un periodo del año 2003 mi conexión a internet comenzó a funcionar como si fuera del año 1997. Surfear por sitios de medicina con infografías sobre el cuerpo humano podía fácilmente convertirse en una experiencia para probar mi paciencia. En esto noté que muchos gráficos estaban compuestos por otras diminutas imágenes, formando un mosaico que no te permite guardar en tu computador la imagen total, sino que sólo una parte de ella, esto con el rudimentario fin de proteger el copyright.
Debido a la lentitud de mi conexion a veces no se cargaba todo el mosaico, o tomaba un tiempo, el suficiente para notar estos cuadrados indicadores de que una imagen no existe o que no fue cargada, creándose así estos artefactos disfuncionales que evidencian la arquitectura del sitio web y aquellas arcaicas estrategias de protección de copyright, lo que se puede apreciar en muchos antiguos sitios web de pornografía y ciencia.
La imagen perdida se ha convertido en una icono que ha sido reproducido en diferentes mercados y que para mi se ha conformado como un símbolo de las precariedades de la temprana web, el morbo y las dificultades para acceder a la información.